"Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto. Hallábase echado sobre el duro caparazón de su espalda, y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, que estaba visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia."
Me encanta este libro. Lo cierto es que me resultó cómico cuando lo leí, y eso que es una historia tremendista, pero la actitud de unos y otros frente a "el bicho", me hace sonreir, quizás por ser tan cotidiana.
Me pregunto que se le pasó a Kafka por la cabeza cuando lo escribió. Seguramente fue una simple paja mental que se le ocurrió cuando algún compañero suyo vendedor de seguros no fue a trabajar...
Bueno, afortunadamente algun@s, se convierten en mariposas.
